EL NACIONAL BORDADO BÚLGARO – PROTECCIÓN Y SÍMBOLO CON BELLEZA

El bordado búlgaro, como un elemento de arte folclórico, lleva la marca de la riqueza de nuestro folclore nacional. El bordado de los trajes tradicionales búlgaros es un testimonio de los éxitos y virtudes culturales. Sumamente variado respecto a los elementos, el bordado es una expresión de riqueza de alma, talentos artísticos y creativos y una búsqueda constante de belleza y de elegancia.

El proceso creativo de este arte es una expresión de nuestro nacional espíritu y de la búsqueda de su inspiración espiritual. El bordado muestra la posición de la mujer búlgara en la sociedad, su moral y su visión del mundo.

El significado del bordado búlgaro se expresa mediante los colores y figuras usadas en su creación. Es una combinación entre la simbología de protección a la familia y la garantía de la prosperidad de la misma.

Los colores que más se usan son el rojo y el verde, normalmente en un fondo blanco.

El color rojo, que simboliza la sangre de la madre y la continuación del género, juega el rol de talismán protector contra los hechizos y los celos, protege del <<mal de ojo>>. Un gran número de creencias y costumbres están asociaciadas con él: el primer huevo de la Semana Santa está pintado de rojo, la novia llevaba un velo rojo, el hilo rojo está atado a los recién nacidos, el rojo es también uno de los colores de “Martenitsi´´.

El color verde se percibe como una expresión del resucitar de la vida y está conectado con el árbol de la vida, el cual da vida y salud eterna. La estrecha relación entre el hombre y la naturaleza está personificada por este color.

El color blanco simboliza la pureza, la inescrutabilidad y la luz divina. Tradicionalmente, cuando una mujer se casaba, ésta iba con lana blanca en la ceremonia y el agua silenciosa se vertía en recipientes blancos para los panes de la boda.

El oro también participa en el bordado. Es un símbolo de fuego y de luz, del sol y, por lo tanto, de la prosperidad de las personas. No es casualidad que las chicas de las fábulas estaban inmersas en un río de oro.

Las figuras, aunque sean muy variadas, se basan principalmente en formas geométricas. La figura principal es el rombo, que está siempre presente en los trajes de las mujeres como símbolo de fertilidad. Si lo llevan esposas muy jóvenes significa que no pueden participar en la reproducción de la estirpe. Otros rombos se bordan en el pecho, en la manga o en la falda con simbolismo sexual.

En los trajes de los hombres, encontramos elementos con forma de rombo en la parte superior de la camiseta que enfatizan el deseo de la fertilidad.

Incluso mientras tejen y cosen su ajuar, las futuras esposas le hacen los votos a los miembros de su familia y a los futuros esposos. En sus regalos, ellas entretejen las figuras de “Makaz´´, “Kanatitza´´ y “Babica´´.

El “Makaz´´ se compone de dos triángulos y simboliza el compromiso. En este símbolo, los triángulos se tocan con sus vértices, pero su fusión se produce en el “Gran Macaz´´. Expresa el matrimonio, la sagrada unidad  de los esposos como futuros padres. Sumados al “Gran Makaz´´ en ambos lados, los pequeños triángulos lo convierten en “Kanatitza´´- un símbolo del fruto conseguido, es decir, se realizó el propósito principal de la familia creada: los niños nacieron. Al expandir este símbolo agregando otro pequeño triángulo a los lados, se convierte en el “Gran Kanatitza´´, que encarna el género, es decir, la primera generación ya tiene sus herederos. Cuando los triángulos de ambos lados son tres se llama “El Glorioso Kanatitza´´ y representa al todo el pueblo de la comunidad.

La “Babica´´ es un símbolo de las familias emparentadas. El principal elemento es el rombo, es decir, el comienzo femenino, pero está formado por dos triángulos contiguos que expresan el parentesco. Aquí, los triángulos agregados apuntan hacia afuera, sugiriendo dejar familiar y unirse a otra nueva.

El traje tradicional era un signo del estado social de la persona que lo llevaba.

El arte popular no es solo el arte tradicional, sino un medio de transmisión de la memoria familiar y el conocimiento popular heredado a través de las tradiciones culturales. El bordado, por lo tanto, es uno de los logros más brillantes de este arte.

Hoy en día, este arte no está olvidado ni descuidado y no es solo una parte de los trajes de bailarines o cantantes folclóricos. Por el contrario, este arte ha penetrado en la vida de la ciudad a través de los manteles y toallas bordados que poco a poco adquieren la ciudadanía. También lo encontramos en joyeros u otros objetos pequeños.

Los tejidos se encuentran en los delantales de cocina, toallas y servilletas. Hoy en día, son incluso un elemento de la ropa urbana moderna, aunque más simples y principalmente en camisas y blusas.

Passed through the centuries is a stylized image of the turtle – the embroidery, which we often see as ornamentation in costumes and clothes or on jewelry. This symbol of infinity was worn even by the ancient Bulgarians as a protective talisman against misfortunes.

A través de los siglos, ha pasado una imagen estilizada de la tortuga –  el bordado, que, a menudo, vemos como adornos en trajes y ropas o en joyas. Este símbolo del infinito fue usado incluso por los antiguos búlgaros como un talismán protector contra las desgracias

Over time, the embroidery has lost the meaning of a sacral element. Although largely stylized and transformed in its infinite diversity, it represents a unique heritage of the secret language embedded in the ornaments, a memory of the rich worldview of the Bulgarian woman, and the incredible feeling of rhythm, harmony and beauty.

Con el tiempo, el bordado ha perdido el significado de un elemento sagrado. Aunque en gran medida, transformada en su diversidad infinita, representa una herencia única del lenguaje secreto incrustado en los adornos, un recuerdo de la rica visión del mundo de la mujer búlgara y el increíble sentimiento de ritmo, armonía y belleza.